Observatorio de Derecho de la Salud

ACADEMICAS | 04/04/2016
ORDENAN QUE IOMA CUBRA UN TRATAMIENTO CON ACEITE DE CANNABIS
Lo determinó la Justicia de Villa Gesell, tras el pedido de una familia que importa la sustancia para tratar a su hija.

En octubre el Poder Ejecutivo dio el primer paso al permitirle importar aceite de cannabis a los padres de Josefina Vilumbrales, una nena de 3 años con epilepsia refractaria que mejoró su calidad de vida cuando empezó a consumir el concentrado de esta planta prohibida. Hace dos semanas, el Legislativo, a través de un grupo de diputadas y diputados, presentó un proyecto de ley para permitir el uso medicinal de la marihuana. María Laura Alasi, mamá de la nena, relató en el Congreso su historia y conmovió a todos. Ahora, la cuestión llegó al ámbito judicial: una jueza ordenó a una obra social cubrirle a esta familia de Villa Gesell los gastos que le insume la compra y el envío del producto cannábico desde Estados Unidos, ya que aquí su producción y consumo todavía son ilegales.

Tras un recurso de amparo presentado por los padres, Fernando Vilumbrales y María Laura, la jueza de paz de Villa Gesell, Graciela Dora Jofré, determinó el miércoles pasado que IOMA deberá prestar “cobertura total del medicamento aceite de CBD Charlotte’s Web suplemento dietario” a razón de un frasco de cada 90 días.

El CBD, o cannabidiol, es uno de los componentes químicos de la planta de marihuana. Las aplicaciones medicinales o terapéuticas de estas sustancias producen beneficios farmacológicos, antioxidantes y antiinflamatorios. Cada vez son más los médicos y países que aceptan que el CBD trabaja como antiemético, anticonvulsionante, antipsicótico, antiinflamatorio y produce efectos positivos en tratamientos de quimio o aliviando los dolores de la esclerosis múltiple.

En el caso de Josefina, como en el de miles de otros niños y niñas del país con este tipo de epilepsia, conocido como Síndrome de West, el consumo de gotitas de aceite de cannabis por vía oral la sacó del infierno de convulsiones en el que vivía. Y además le permitió abandonar otros medicamentos y dietas que más que beneficios le traían efectos demasiado tóxicos.

“Con el cannabis le cambió el semblante y la conexión con nosotros. Ella está tranquila. Ahora puedo decir que la estamos disfrutando a pesar de todo. El cannabis nos da calidad de vida a todos”, le contó María Laura a Clarín, cuando este diario dio a conocer su caso, en febrero pasado.

Hasta que en octubre la Administración Nacional de de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) le permitió importarlo, los padres de Josefina habían estado un año trayendo el aceite de manera clandestina. Ahora que lo pueden hacer por las vías legales, cada importación les cuesta 300 dólares, entre el valor del producto y el envío. A partir de la determinación de la jueza Jofré, eso deberá costearlo IOMA. Además, la magistrada decidió que la obra social se vuelva a hacer cargo del resto de las terapias que le permiten vivir mejor a la nena, algo que no hace desde julio del año pasado y que a los Vilumbrales les cuesta $ 5.300 por mes: kinesiología, fonoaudiología, terapia ocupacional, equinoterapia, hidroterapia y psicomotricidad.

“Estamos con una gran esperanza porque sabemos que este tratamiento es vital para Josefina y saber que la Justicia nos da respuesta es emocionante. Nos llena de alegría al corazón tener la contención de los médicos que recetan el aceite, del Estado a través de la ANMAT y ahora de la Justicia. Para nosotros es muy alentador. Ojalá pueda ser posible para muchas familias que están pasando por esta misma situación y necesitan resolverlo”, resumieron en charla con Clarín los Vilumbrales, quienes al hallaron una esperanza en la planta de marihuana. Y se aferran a ella con tenacidad y amor.